Según Unesco la Covid-19, y sus consecuencias socio-económicas, profundizaron la brecha digital que padecen personas jóvenes y adultas. Asimismo, recalca que: “773 millones de adultos en el mundo no poseen las competencias básicas en lectoescritura”.
Por Redacción*
En el marco del Día internacional de la alfabetización, este año la UNESCO puso el foco en la reducción de la brecha digital. Dicha delegación permanente, sostiene que la actual pandemia profundizó este tipo de desigualdad. En ese sentido, explica que el modelo actual de educación a distancia visibilizó las dificultades de acceso a conectividad, tecnología, entre otros servicios básicos -como la electricidad-.

Debido a las restricciones sanitarias, todos los centros educativos del mundo optaron por dictar clases de manera virtual. Lo que requirió que sus alumnes contaran con acceso a distintos tipos de Tics. Este condicionante, en palabras de la Unesco, nos debe hacer reflexionar sobre cómo hacer más inclusiva la alfabetización mediada por tecnologías.
A su vez, esta organización -en pos de cumplir con el Objetivo de desarrollo sostenible 4– insta a entender la alfabetización como engranaje fundamental de la educación y el aprendizaje. Y en la misma línea, sostiene que debe tener un enfoque humanista. Para UNESCO, ese es el camino para ingresar a una nueva normalidad que implique “una recuperación centrada en el ser humano”.
En relación a esta efeméride, Audrey Azoulay­- Directora General del organismo­- expresó que la “UNESCO desea invitar a todos los agentes del mundo de la enseñanza, y de otros ámbitos, a que se movilicen por la alfabetización de jóvenes, adultos y mujeres”. Para Azoulay, cumplir este propósito, garantizaría la libertad de las personas alfabetizadas.
Por su parte, Claudia Uribe -Directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de UNESCO- le propusoa gobiernos, actores sociales y educativos el afianzamiento de su compromiso “…para que todos los jóvenes y adultos adquieran las habilidades básicas lectoras, escritoras y digitales necesarias para ejercer sus derechos”. Para la funcionaria, este trabajo fortalecería la participación social de las personas excluidas. Como así también, la construcción de “…sociedades más justas e inclusivas”.
Fuente: UNESCO

 

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