La Biblioteca que tienen en común la Facultad de Filosofía y Humanidades y La Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba lanzó una iniciativa para promover la lectura en los barrios con la participación de las bibliotecas populares «Julio Cortázar» y «Casa del Pueblo».

*Por Redacción

El pasado viernes 26 de abril se llevó a cabo una Suelta de Libros en conmemoración de los 90 años de la Biblioteca “Elma Kohlmeyer de Estrabou”, bajo el lema “Todos tenemos un libro recreativo que nos encantaría compartir».

El objetivo de la actividad fue celebrar su recorrido y permanencia junto a la comunidad y promover y expandir la cultura a la ciudadanía. Esto se logró a través de la participación de los donantes de los libros y de la asociación con la Biblioteca Popular Julio Cortázar, de barrio San Vicente, y la Biblioteca Popular Casa del Pueblo de barrio Alberdi, ambas como partes fundamentales del eslabón final de esta campaña.

Fuente: Redes oficiales de la Biblioteca «Elma Kohlmeyer de Estrabou»

La iniciativa era simple. Durante un lapso de tres semanas, los participantes pudieron aportar hasta tres libros de cualquier género (novelas, ensayos, poesía, cuentos), que luego se iban clasificando y organizando para ser repartidos durante la jornada que se llevó a cabo el viernes.

Los destinatarios fueron los y las representantes de las bibliotecas populares, quienes se comprometieron a repartirlos dentro de sus comunidades. De esta forma, se busca llevar literatura y conocimiento a sectores extra-académicos y generar un ida y vuelta entre las instituciones involucradas.

«El primer paso de la actividad fue un éxito, ya que los libros con los que nos encontramos son hermosos. Eso significa que esa donación de cada estudiante fue pensada con dedicación, con cariño, pensando en un futuro lector o lectora«, contó Ivana Reynoso, presidenta de la Biblioteca Popular Julio Cortázar, de barrio San Vicente.

«La actividad, terminará cuando desde nuestras bibliotecas hagamos la suelta en nuestros barrios, en nuestras comunidades. O terminará cuando una vecina, un vecino, se encuentre con alguno de esos libros que aparecerán en los bancos de las plazas, cerca de la parada del trole, o camino de su verdulería cercana, en una verja de jardín. ¡O tal vez sea una actividad que no termine! ¡Tal vez sea una actividad circular!», completó.

Para Reynoso, el lazo entre las bibliotecas populares y las bibliotecas universitarias es imprescindible para ampliar horizontes y conectar con la gente, desde el lugar que le toca a cada una y siempre valorando la importancia de estas instituciones en la sociedad. Según ella, construir bibliotecas abiertas no significa que el vecino solamente pueda encontrarse allí con un libro o con un taller cultural, sino que también se trata de construir un espacio para reflexionar y pensarse, para debatir y para conocer.  «Ese es nuestro principal objetivo», dijo.

 

Fuente: Redes oficiales de la Biblioteca «Elma Kohlmeyer de Estrabou»

Se estima que alrededor de una centena de libros fue repartida entre las dos bibliotecas populares.

De la actividad participaron integrantes de la Biblioteca de la FFyH y estudiantes de la cátedra de Administración de Recursos y Servicios de Información, a cargo de la profesora María Carmen Ladrón de Guevara y la Licenciada Gabriela Mansilla de la Escuela de Bibliotecología y Documentación.

 

 

*www.centrodedocumentacion.com.ar

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