En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las mujeres paramos para decir basta de violencia, en contra del acoso, la discriminación y frente a las políticas de ausencia del Estado que permiten mayores desigualdades. Las trabajadoras de los medios no están exentas a estas inequidades en los medios de comunicación atravesados por una cultura patriarcal que segrega, violenta y discrimina. Por Myriam Mohaded
Este viernes se realiza el Tercer Paro Internacional de Mujeres Trabajadoras, que organiza el colectivo #Ni Una Menos y coordinado por la Intersindical de Mujeres de Córdoba bajo la consigna “Nos paramos juntas en solidaridad y sororidad”. En el documento de la Intersindical de Mujeres de Córdoba se advierte sobre la pérdida de puestos de trabajo en todas las ramas productivas, los despidos masivos del sector público, la caída del adquisitivo del salario frente a índices de inflación que llegaron a su techo histórico -48% durante el año 2018-, la caída del consumo, así como el ajuste del gasto público involucró el aumento de la brecha de desigualdad para las trabajadoras. Una de cada cinco mujeres de entre 14 y 29 años se encuentra desempleada.
Las desigualdades estructurales en el mundo laboral de los medios de comunicación no escapan a las lógicas de lo que sucede en otros espacios atravesados por una cultura heteropatriarcal. El área del trabajo es el de mayor vulnerabilidad para las mujeres y representa un desafío para la equidad. Lo dice una y otra vez desde hace años la investigadora Dora Barrancos. “Las diferentes reivindicaciones específicas sobre el género están invisibilizadas. Los sindicatos no se han ocupado de la equidad de género. Hay amagos, algunas tentativas. Por ejemplo, en algunos convenios colectivos hay algunos puntos que tienen que ver con mejorar la equidad, pero es el área de mayor vulnerabilidad para las mujeres. Allí es donde el Ministerio de Trabajo tiene mucho que hacer en la materia. Sin embargo, son las organizaciones sindicales las que tienen que acabar con la misoginia. El miedo a que las mujeres quiten los lugares, explica la doctora Dora Barrancos.(1)
Cada cinco años en el Proyecto Global de Monitoreo de Medios (el último fue realizado en el 2015) que indaga sobre la presencia de las mujeres en los medios como protagonistas y hacedoras, nos brinda herramientas para saber cómo las mujeres aparecemos estereotipadas en los medios de comunicación. Esto es invisibilizadas en relación al número de habitantes, en cuanto al aporte que realizamos en la sociedad en términos de vida productiva como reproductiva, sobrerrepresentadas como víctimas, por citar algunos aspectos. Una representación que por cierto, es sesgada y poco contribuye a la construcción de imaginarios igualitarios.
En un relevamiento realizado sobre las trabajadoras de prensa de Córdoba sobre “Organizaciones de medios y género” por Fundeps, Comunicación para la Igualdad y Heinrich Böll Stiuftung, da cuenta que de las personas que trabajan en medios de comunicación un 76.71 por ciento son varones y un 23.29 % son mujeres. En el plano de los cargos gerenciales en empresas de medios sólo un 12 por ciento participa a niveles jerárquicos, en tanto que la paradoja está en que un 69.04 de las mujeres son egresadas de las carreras de Ciencias de la Comunicación, una relación por sobre la cantidad de varones que egresan, correspondientes a un 30.96 por ciento.
Las organizaciones sindicales que pujaron históricamente por la defensa de los derechos de un ideario contra todo tipo de discriminación y opresión, la lucha por los derechos de las mujeres es una deuda que requiere de un mayor compromiso por parte de sus protagonistas. En nuestro país, es en el mercado laboral donde más derechos se infringen. Hay tentativas por alcanzar la igualdad en cuanto a convenios colectivos, ley de cupo, ampliación de derechos, pero sigue siendo una materia pendiente.
Este 8 de Marzo paramos conmemoramos ese día de 1875 donde cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York marcharon por las calles de esa ciudad contra de los bajos salarios y la diferencia que sufrían en relación de sus pares, cobrando menos de la mitad de un jornal. Ese día negro donde fueron asesinadas 120 mujeres bajo la brutalidad de la policía. Hoy, seguimos parando. Para que no nos maten. Para que haya mayor equidad en un sistema económico opresivo. Por más equidad y el ejercicio de más derechos plenos.
Nota:
1) Del trabajo “Las representaciones de género en las trabajadoras de prensa y el mundo sindical. Un reto a las nuevas inequidades”, de Silvana Zanelli y Myriam Mohaded.