El libro «El Mundial 78. Fútbol, Terror y Resistencias» de la investigadora y docente Alejandra Gómez, ayuda a conocer y develar lo que sucedía durante la dictadura, atrás de este emblemático evento deportivo, así como también analizar el funcionamiento del Terrorismo de Estado en Argentina. El próximo miércoles 20 de Marzo a las 18 y 30 horas será presentado en la Facultad de Comunicación.

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«No hay Dios tan perfecto como el olvido»

(De Pedro Orgambide, citado en el Prólogo)

Por Myriam Mohaded

 

En un tiempo en que la muerte andaba liberada, dando vueltas por las calles de Argentina, el Mundial 78 fue la vidriera que mostró al mundo una realidad que se intentaba ocultar y permitía a los militares seguir con su plan sistemático de exterminio, torturas y matanzas.

El texto surgió producto de una investigación que Alejandra Gómez realizó para su tesis de Licenciatura en Comunicación Social de la FCC y obtuvo una distinción. La autora luego siguió investigando, con la idea de hacer del material «un libro de fácil lectura y comprensión, incluso para las generaciones que no vivieron este período».

«Esa necesidad de la Junta Militar de cambiar su imagen ante el mundo, los llevó a utilizar el campeonato como una vidriera donde mostrar un rostro más aceptable del Terrorismo de Estado y desmentir mediante la propaganda las numerosas denuncias por las violaciones a los Derechos Humanos formuladas por los exiliados, los organismos internacionales de Derechos Humanos y las organizaciones como Madres, Abuelas de Plaza de Mayo y Familiares que buscaban y pedían respuesta sobre la desaparición de sus seres queridos en la Argentina», comenta en «El Mundial `78 Futbol, Terror y Resistencias».

– ¿De qué se trata el libro?

El libro es una investigación sobre el Mundial `78 en Argentina, como evento desarrollado y planificado por la dictadura en su necesidad de cambiar su imagen ante el mundo y conseguir legitimidad dentro del país. Para desmentir las numerosas denuncias por las violaciones a los Derechos Humanos formuladas por los exiliados, los organismos internacionales de Derechos Humanos y las organizaciones como Madres, Abuelas de Plaza de Mayo y Familiares que buscaban y pedían respuesta sobre la desaparición de sus seres queridos en la Argentina.
El Mundial 78 fue en sí mismo, un hecho social, económico y político, cuyo estudio e investigación permite conocer el entramado subterráneo del poder y el drama de sus víctimas; así como el macabro juego de convertir una pasión, un sentimiento, en el velo que ocultara e hiciera “olvidar” el drama que se vivía en aquel momento en nuestro país.

– ¿Cuáles razones te impulsaron a seguir la investigación del tema?

Este tema surgió como una investigación para mi tesis de grado de la licenciatura de comunicación social, de la entonces Escuelita de Ciencias de la Información. En ese momento, me dirigió la abogada y docente Marité Sánchez. Yo trataba de dar respuesta a la pregunta de cómo fue posible una fiesta al lado de los campos de concentración. Allí empecé a analizar el fenómeno del Mundial. Luego me recibí con una distinción. Pero el tema del Mundial me siguió interesando. Quizás porque cuando más profundizás más encontrás y también muchos aspectos habían quedado afuera del recorte académico. Hasta que me di cuenta que tenía una colección de revistas, libros, remeras, sombreritos y demás objetos del mundial ´78, incluso hasta un televisor Pal-N. Entonces pensé en que era el momento de socializar los conocimientos, que la investigación se tradujera en algo más que un trabajo académico. Este libro nace con la idea de darle un formato que transmita la pasión que a mí me produjo este tema, adaptando lo académico a un libro atractivo que pueda ser interpretado incluso por las generaciones que no lo vivieron.

– ¿Cómo se vivía en ese momento del Mundial` 78?

Mientras se desarrollaba el campeonato, en un contexto de Terrorismo de Estado, en el mismo momento en que funcionaban casi 600 campos de concentración, había miles de presos políticos, desaparecidos y asesinados. La investigación analiza la manera en que la dictadura lleva adelante este juego macabro de convertir una pasión y un sentimiento arraigado culturalmente como lo es el fútbol en nuestro país, para ocultar el drama que se estaba viviendo. En esto, los medios de comunicación tuvieron un rol central en esta construcción, por ejemplo en la denominada por la dictadura “Campaña Antiargentina”, que era una maniobra propagandística para deslegitimar las denuncias por violaciones a los derechos humanos. En este complejo contexto es donde se dan las luchas por la resistencia de los familiares y de los Organismos de Derechos Humanos, los presos políticos en las cárceles y Campos de la dictadura.

– ¿Qué se mostraba y sucedía en Córdoba?

Bueno sucedió algo similar a lo que pasó en el resto del país, se construyó la autopista, el estadio Chateau Carreras, se hicieron grandes obras de infraestructura que costaron mucho dinero. No nos olvidemos que el mundial también fue un gran negocio para la dictadura. Los medios de comunicación como en el resto del país reflejaban la propaganda de la dictadura y deslegitimaban las violaciones a los derechos humanos.
En el estadio Chateau Carreras se jugaron partidos mundialistas por lo que hubo presencia de la prensa extranjera en Córdoba. En ese momento, la dictadura incrementó la represión ante el temor a que se filtrara en los medios internacionales la realidad del Terrorismo de Estado. Entonces realizó una amenaza generalizada a los familiares que si algo sucedía durante el Mundial, alguna acción de denuncia, sus seres queridos serían asesinados. También en este momento fueron traídos en un avión Hércules presos políticos provenientes de las cárceles de Devoto, Sierra Chica y Rawson a la temible UP1, y estaban en calidad de rehenes. Algo similar se repetía en varios Centros Clandestinos de Córdoba y el país.

– No es frecuente leer a las mujeres que escriban sobre fútbol, menos aún en una vinculación tan específica como lo son las resistencias en el terrorismo de Estado. ¿Qué desafíos se te plantearon a la hora de investigar y de narrarlo?

El fútbol como muchos otros espacios aún está fuertemente marcado por la construcción del patriarcado. No hay muchos trabajos, por lo menos que conozca, publicados de mujeres. Abordar la temática del fútbol fue un desafío en el sentido de que no soy muy futbolera, entonces tuve mucho que aprender. Yo trabajo desde los 18 años en Derechos Humanos y dictadura pero creo que el desafío quizás era entender lo que significaba realmente el fútbol para los argentinos. Si recuerdo algo que muchas veces nos pasa a las mujeres que trabajamos y estudiamos, por ejemplo que en esa época fue un momento de mucho esfuerzo hacer la tesis con mi hijo que era muy chiquito. Era un tiempo en que no había guardería en la universidad. Lo ponía a jugar en el corralito, entonces lo hacía cuando dormía y también muchas partes fueron escritas con Camilo en la falda.

Resistir en un país paralizado

«Aprovechando el campeonato mundial de fútbol y pese al incremento de los controles en ese momento, algunos militantes siguieron operando e iban a volantear a los partidos, en las calles repartían panfletos y pintaban las consignas “Argentina campeón, Videla al paredón”; “este partido lo gana el pueblo”; “cada espectador del mundial un testigo de la Argentina real” y “Argentina campeón sin Videla ni orejón”.
Iban a volantear a los partidos, en las calles repartían panfletos y pintaban y hasta hubo quienes llegaron a panfletear arriba de los colectivos». (1)

– ¿Cuáles de las resistencias que contás te movilizó más?

Bueno creo todas me movilizaron pero para mí fue muy fuerte la acción de los familiares, las Madres y las Abuelas que en un país paralizado por el terror nunca bajaron los brazos, siempre lucharon por sus seres queridos y aún hoy siguen siendo coherentes con su lucha.
En el momento más oscuro de nuestra historia, las madres, los padres y los hermanos golpearon puertas de cuarteles, cárceles, hospitales, juzgados, oficinas públicas y hasta las iglesias. En Córdoba, los familiares se escondían donde Primatesta daba misa para preguntarle por sus seres queridos. En plena dictadura estaban horas parados en el Tercer Cuerpo de Ejército con lo que esto significaba para conseguir alguna información de sus hijos. También la mayoría de los familiares sufrieron, persecuciones, torturas, secuestros, detenciones, maltratos y la terrible indiferencia de una parte importante de la sociedad que les esquivaba la mirada como el testimonio de uno de los padres que relata en el libro porque a sus hijos los habían secuestrado.
Las Madres en la Plaza soportando los gases lacrimógenos, envolvían en sus pañuelos una bolsita con bicarbonato para poder contrarrestarlos y llevaban un diario para defenderse de los perros de ataque que la policía les tiraba. Así se fueron organizando en Familiares desaparecidos y detenidos, Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo y aún hoy siguen luchando. Creo que ellos son uno de los símbolos más grande de la resistencia.

AleGomez

Alejandra Gómez, la autora.

 
De Alejandra Gómez:

Licenciada en Comunicación Social, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba. Trabajó en el área de investigación de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba y como investigadora en el espacio de Memoria y Promoción de los Derechos Humanos ex CCDTYE La Perla. Actualmente coordina el Programa de “Violencias de Género en Contextos Represivos” de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Córdoba. Realizó Investigaciones, audiovisuales y publicaciones sobre la temática Memoria, Terrorismo de Estado, Género y Derechos Humanos. (Serie de seis audiovisuales Memorias de Vida La Perla, documental Conadep Córdoba y Los Hijos de la Esperanza, etc.).

Nota:
1) Fragmento de El Mundial 78. Fútbol, Terror y Resistencias, pág. 97.

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