La autora de“¡Qué sea Ley! La lucha de los feminismos por el aborto legal”, presentó su libro en Córdoba y realizó un taller en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. El rol de los feminismos en el periodismo, la obsesión por un registro de memoria feminista, la agenda de los temas de género y las transformaciones de la prensa fueron parte de esta conversación con  la periodista feminista Florencia Alcaraz.

Por Myriam Mohaded

“La piba lleva un pañuelo que no es para secar lágrimas, ni para sonar mocos de un resfrío ni para pedir ayuda flameando por la ventana de un auto. Un pañuelo de color verde que hace visible la reivindicación de derechos y, a la vez, reverbera un mensaje potente: no aceptamos la crueldad de esta sociedad patriarcal y estamos decididas a crear ´un mundo en el que podamos ser´”,escribe en su libro María Florencia Alcaraz que afirma que el 2018 fue un año bisagra donde se le planteó el desafío de articular el activismo, escribir y dialogar con las nuevas generaciones de la marea verde. Un año donde el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito resignifica el blanco de las Madres  y Abuelas de Plaza de Mayo y “dialoga con esas formas constitutivas de construcción de la memoria y la justicia en clave feminista”.

Alcaraz –          ¿Qué la movilizó a escribir “Qué sea Ley”?

La inquietud de escribir ¡Qué sea Ley! surge en el primer pañuelazo que se realizó el 19 de febrero de 2018 cuando veo una cantidad enorme de jóvenes acompañando esa  acción masiva que se hizo frente al Congreso  y tuvo un componente interesante de juventud en relación a otras movilizaciones y convocatorias que se realizaron bajo el impulso a la campaña sobre el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En ese sentido, al ver tanta juventud tuve la inquietud de si esas personas sabían cuál era la historia del pañuelo verde que llevaban  puestos en sus cuellos, en sus muñecas, que colgaban en su mochilas, que se habían puesto como vinchas o que usaban para  taparse las tetas. Creo que eso es lo que me  motivó a pensar la posibilidad de hacer un libro que recogiera la historia  de la campaña pero que también pudiera narrar el presente o hacer un panorama de la situación, un mapeo. Conocer cómo se había llegado hasta ahí, a esa masividad interesante y así poder recuperar que no fue de un día para el otro. Creo que esa fue la motivación principal.

–          Sistematizar un registro…

Sí, a mí me obsesiona la idea de un archivo para la memoria feminista. De poder construir un archivo feminista periodístico no sólo para dejar registro de lo que sucede ahora, si no para hacer memoria, tratar genealogías con el pasado y para las generaciones futuras que puedan acudir a estos materiales y conozcan todo lo que hicimos por estar vivas o vivir por una manera más digna  o por hacer justicia por las que no están en nuestra época. Me parece que ése fue el motor y obsesión del libro que me llevó a estar en el 2018 acompañando pero también escribiendo todo el proceso del  proyecto en el Congreso.

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–          ¿Qué posibilita el trabajo del periodismo en tiempos de feminismos?

Creo que el feminismo tiene la oportunidad histórica de poder escoger aquello que ocurre en las plazas, en las casas, en los espacios de trabajo, en las universidades, en las escuelas, que tiene que ver con el impacto que tuvieron los feminismos en los últimos tiempos  en la vida cotidiana de las personas, en los paradigmas sociales y culturales en disputar y transformar aquello que parecía “natural” o “normal”, y que los feminismos vienen a cuestionar y a darle una respuesta cultural a eso que creíamos que  estaba así dado.

El periodismo tiene la responsabilidad de poder responder esto que ocurre porque es un diálogo, una conversación abierta con la sociedad y comunidad en la que se ejerce, practica. Es interesante lo que está ocurriendo en materias de transformaciones, por ejemplo, cuando yo empecé a estudiar periodismo la verdad es que no había discutido términos como “crimen pasional” o titulares como “la mató por celos”. Hoy la palabra femicidio ingresó en la jerga periodística después de haber pasado por la disputa política y legislativa e incorporarse el agravante por género en el Código Penal y no hay discusión en torno esos términos.

De todas formas, sabemos que las transformaciones son largas y que los medios siguen siendo sexistas, siguen discriminando  y responsabilizando a las víctimas en su destino, como si no hubiera un sistema que les garantiza impunidad a los violadores, a los agresores, a los violentos y que a partir de ese sistema, que se llama patriarcardo, se les da la oportunidad que perpetúen sus violencias.

–          ¿Cómo se lleva la agenda periodística con los temas de género hoy?

De un tiempo a esta parte, la agenda que plantean los feminismos que tiene que ver con la denuncia, con la demanda,  ingresó en los medios más hegemónicos sobre todo en aquellos temas vinculados a la violencia machista más extrema. Hay una sensibilidad especial y esto se identifica mucho más desde el año 2015, desde el colectivo Ni Una Menos, que como tal empezó siendo una convocatoria para una manifestación masiva y se volvió un lema, un movimiento social.

Sin embargo, parece que los medios siguen replicando miradas sexistas, discriminatorias y quizá  si la agenda está presente en términos de contar todo lo que tiene que ver con las denuncias y demandas quizá lo que falta y para lo que todavía no hay lugar es para poder contar todo lo que hacemos nosotras para estar vivas, que es un montón, y mostrar organizaciones de mujeres, el movimiento feminista en su vitalidad, las redes que se tejen en diferentes ámbitos y espacios para, justamente, sobrevivir en este contexto. Esto tiene que ser parte de la agenda mediática si se toma en serio la agenda feminista.

           ¿Cómo ve la disputa y las modificaciones que hay en el campo del lenguaje  en relación a  los medios de comunicación?

Creo que cada comunidad lingüística va forjando sus reglas y sus formas sobre lo que se puede decir o no y lo que se puede ser de qué modo. De un tiempo a esta parte el lenguaje inclusivo en Argentina ha tomado un protagonismo muy interesante sobre todo en lo que fue el debate por el proyecto de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) por la campaña. En el Congreso se escuchó decir diputades, todes, en boca de adolescentes, jóvenes, estudiantes que fueron a defender la necesidad de una ley. Es interesante ver esta transformación. A mí en particular me interpela me convoca a poder emplear el lenguaje inclusivo, pero no dejo de pensar que el lenguaje en sí mismo es racista, clasista.

El modo en el que hablamos es clasista, racista, entonces creo que  no sólo se trata de incluir si no de desconfiar del lenguaje  que no es únicamente patriarcal si no todo esto también. El lenguaje es una estructura dinámica y creo que es fundamental, urgente, destruir política, filosófica, simbólicamente el binarismo. Me parece que la “e” rompe con ese binarismo en una lengua que podemos pensarla como una lengua expansiva.

–          ¿Qué rol juegan los medios alternativos y hegemónicos en el tratamiento de temas de género y en el lugar que ocupan las mujeres en los mismos?

 En relación a las transformaciones en los medios me parece que con lo que van recogiendo los medios hegemónicos se observa con la incorporación de “editoras de géneros” en estos lugares o “defensoras de dénero”, en su defecto. Hoy en día, por ejemplo,  “Clarín” e “Infobae” tomaron la decisión de tener editoras de género en sus medios y en el caso del diario “Perfil” una defensora de género. Esto va de la mano de lo que ocurre a nivel social, por fuera de las redacciones y fuera del periodismo, pero también está vinculado a que son  espacios mediáticos con muchísima organización sindical, con comisiones internas fuertes que pelean y procuran una tarea periodística mejor. Creo que algunas de las transformaciones en atender algunos de estos temas, de entender que la perspectiva feminista debe ser más jerarquizada, es incorporar esto de la perspectiva de géneros.

MAREA ¡Que sea ley! TAPA final

Fotografía: Gentileza de Guadalupe Scotta ( Facultad de Ciencias de la Comunicación)

(*) María Florencia Alcaraz es periodista y Licenciada en Comunicación Social. Es codirectora y una de las fundadoras del portal de noticias feministas LatFem: https://latfem.org/

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