Las bibliotecas populares (BP) en Argentina son vitales en la formación cultural de la población. Compartimos este diálogo respecto a su rol en la reapertura de actividades sociales, con la presidenta de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, María del Carmen Bianchi, y con directivos de la Biblioteca popular “Los Amigos De La Cultura” presente en barrio san Vicente.
La licenciada en Psicología María del Carmen Bianchi es presidenta de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip).
Por Flavio Colazo*
¿Qué diferencia a las bibliotecas populares (BP) de las oficiales?
– Hay similitudes con las oficiales. Ambas son públicas, por ejemplo. Ambas realizan tareas y actividades similares en la prestación de servicios a la comunidad. Pero las oficiales reciben financiación económica desde las entidades gubernamentales, en cambio las BP se sustentan desde la contribuciones los socios, más alguna subvención que le pude aportar alguna empresa y/o institución amiga. Son una iniciativa comunitaria social, vinculadas necesariamente en el proceso de construcción a una perspectiva de inclusión, de ampliación de derechos, de respeto a las diversidades; pero comparten con las oficiales tanto la gestión de la información, como la promoción de la lectura.
¿Cómo han atravesado la pandemia las BP?
– Con dificultades; pero a pesar de las restricciones para las actividades culturales desde el inicio de la pandemia, las BP siguieron desarrollando sus servicios readecuándose , primeramente planteándose objetivos de repuestas inmediatas a las necesidades y demandas de sus comunidades, a través de las muchas actividades y modalidades virtuosas, desde transformar una experiencia de lectura compartida en diseñar batas y barbijos para los hospitales de la comunidad, hasta dictar clases de apoyo a quienes las necesitaron.
¿Cuáles medidas está asumiendo la Conabip en este momento de reapertura?
– Como las BP tienen un renovado rol que cumplir en los procesos de inclusión y promoción señalados Conabip está sosteniendo acciones materiales de apoyo para la BP en situación de crisis y emergencia. Queremos acompañar la reapertura de los servicios. Gran parte de las modalidades de atención al público y de promoción cultural ya se están incorporando en las BP. Se han incorporado modalidades híbridas que entrelazan lo analógico con lo virtual y digital, esto apunta a profundizar el vínculo con grupos etarios como los niños y los jóvenes que demandan nuevas perspectivas comunicacionales y culturales.
¿Cómo se vincula la Conabip con las distintas bibliotecas presentes a lo largo y ancho del país?
– Acompañando y apoyando desde la diversidad; y gestionando colaborativamente, incluyéndolas en gran medida en nuestra toma de decisiones. Queremos encontrar y respetar la singularidad de cada biblioteca, dentro de la universalidad de políticas públicas culturales. Mediante la creación de una estructura de apoyo -en la situación de emergencia de muchas BP- con nuestros equipos técnicos estamos recorriendo todo el país, escuchando e intentando llevar adelante todos los instrumentos que como Estado tenemos a disposición para dar respuestas a las distintas problemáticas, desde cuestiones administrativas y burocráticas -propias de cada jurisdicción del país- hasta cuestiones económicas, organizativas, y otras tantas.
¿Cómo repercute la actual crisis económica en la actividad de las BP?
– Primeramente en cuanto a reposición, adquisición y actualización de los textos, esto es un aspecto central. Por ello abordamos esta situación desde una mirada integral y federal. En el “Programa Libro % 2021” Conabip amplió su inversión a $62.000.000 para que 962 BP del país adquieran ejemplares a un 50% del valor de mercado; fortaleciendo la promoción de la lectura desde las bibliotecas, contribuyendo a la recuperación del sector editorial y fomentando a los autores.
Héctor Cuello es presidente de la Biblioteca Popular y centro de ajedrez: Los Amigos De La Cultura. Noemí Rivarola es Tesorera de dicha institución.
Héctor, ¿cómo ha atravesado la pandemia la biblioteca?
H.C. -La Biblioteca permaneció cerrada a partir del decreto del Gobierno que restringió las actividades en espacios cerrados; luego, a pedido de los socios, se realizó una apertura por la mañana a partir de junio del 2021. Mientras estuvo cerrada nos manejamos mediante la comunicación que permiten las diferentes vías tecnológicas respecto a la solicitud de libros que necesitaban nuestros socios, los cuales fueron entregados por un miembro de la Comisión. Cuando pudimos recibir a nuestra masa societaria adoptamos un protocolo de comportamiento que se respetó –y respeta. A rajatabla: se ingresa únicamente con barbijo correctamente utilizado -que es obligatorio en el salón de lectura para la atención del usuario-, luego se accede a una mesa que presenta botellas con alcohol; en las mesas se colocaron separadores acrílicos, y también, cuando se receptaba la devolución de los libros, los mismos se ingresaban a una caja esterilizada durante 10 días. A partir que se han mejorado las aperturas, en reunión con la comisión directiva, ha decidido comenzar a ver la posibilidad de reorganizar los talleres de ajedrez, tejido, gimnasia para mayores, yoga, etc. a partir del 2022.
¿Cómo se vincula la biblioteca con la Conabip; qué tipo de asistencia le brinda dicha institución a la biblioteca que usted preside?
H.C. – La vinculación con la Conabip es muy buena; este año nos enviaron el subsidio para gastos generales y para la Feria del Libro de Bs. As. Por ejemplo, los libros están resultando de difícil acceso para los ciudadanos debido a su precio comercial, sin embargo nosotros no sentimos tanto la crisis por la ayuda que nos da Conabip que nos permite comprar ejemplares con el 50% de descuento en la compra anual de la Feria del Libro. También, y a diferencia de la Inspección de Personas Jurídicas de Córdoba (IPJ), nos tiene mucha consideración con los ejercicios vencidos que tenemos como consecuencia de la pandemia. La IPJ no tiene consideración con las Bibliotecas Populares, ya que nos rechazaron varios pedidos de asamblea y tenemos conocimiento que varias biblioteca les pasa lo mismo.
¿Cuáles son, Noemí, y según su entender, la principales características de la “vida” de la biblioteca en este tiempo de reapertura?
– A ver… La biblioteca abre de lunes a viernes por la mañana y por la tarde, con un intervalo durante el horario de la siesta. La posibilidad de asociarse está a disposición de todo el que lo desee hacer. El valor de nuestra cuota social es de $50. Al socio nuevo le permitimos llevar un libro a su casa, a los más antiguos, hasta 4.
¿Vuelven los ejemplares?
– Sí, totalmente; antes, hace 4 años más o menos, perdimos muchos. Esto fue porque mucha gente se mudó.
Y dentro del edificio… ¿qué vida hay?
– Los chicos utilizan la biblioteca para hacer trabajos escolares usando las computadoras de la institución. También aprovechan la impresora, ya que a muchos, aunque tengan computadora, les falta la impresora. Además va gente a retirar libros para llevar a su casa. Durante la pandemia se incrementó mucho la lectura y por lo tanto nuestro servicio de préstamo.
*Nota publicada en el diario La Nueva Mañana.Edición impresa.