La bibliotecóloga Ivana Reynoso referente de la Biblioteca Popular “Julio Cortázar”, y activista del Foro de Bibliotecas Populares y de la Red de Bibliotecas con Perspectiva de Géneros, explica el alcance que tiene para las bibliotecas populares el decreto de Milei y el proyecto de Ley Ómnibus que las pone en jaque.

Por Myriam Mohaded*

“Las bibliotecas populares permanecemos abiertas porque estamos habitadas por la comunidad. Cientos de personas socias, ¡miles, si pensamos en todo el país!, del barrio, amigas de las biblios concurren, aportan, regalan, convidan vida a estos espacios. Eso es, convidamos vida y es un esfuerzo hecho con cariño, mucha pasión, pero también con la convicción política de que la cultura es un derecho, leer es un derecho, crear es un derecho, imaginar es un derecho. Y ese convencimiento político nos encuentra hoy luchando porque esos derechos no se vulneren, y podamos seguir abriendo cada día las puertas de nuestras bibliotecas populares”, expresa Ivana Reynoso, quien preside la Biblioteca Popular “Julio Cortázar”.

En Córdoba se conformó la multisectorial “Cordobazo Cultural”, un espacio en el que participan colectivos y trabajadores del ámbito del cine, la música, el teatro, danzas, comunicación, artes visuales, organizaciones sindicales y territoriales, artesanas/os, espacios de memoria y numerosas bibliotecas populares ante la amenaza de lo que implican las medidas a nivel general de más ajuste, pobreza, vulneración de derechos, desocupación y precarización laboral, sino también las específicas del sector cultural. A instancias de que este miércoles a las 18 se realizó el “Cacerolazo cultural” en contra del ajuste y en defensa de la cultura, las bibliotecas  están en estado de alerta y se movilización en defensa de sus derechos.

-¿Qué significa para las bibliotecas populares el DNU y el proyecto de la Ley Ómnibus que impulsa el gobierno de Milei? ¿A cuántas bibliotecas afectaría?

De aprobarse el DNU y la Ley Ómnibus, las nuevas normativas afectarían a unas 1500 bibliotecas en todo el país y a unas 130 en la provincia de Córdoba, aproximadamente. Y estamos hablando de bibliotecas inscriptas en Conabip, porque es importante decir también que muchas bibliotecas populares y comunitarias no están registradas en este ente, por lo cual les resulta aún más dificultoso su sostenimiento.

El primer punto importante pensado para el desfinanciamiento de las bibliotecas populares implica la desvinculación de CONABIP del Ministerio de Educación y su traspaso a la órbita de la Secretaría de Cultura, lo cual significará un gran recorte del presupuesto.  A esto se le suma que se quitarían importantes beneficios, como son el descuento en la franquicia postal; la liberación de todo gravamen establecido en la ley de impuesto de sellos; las tarifas reducidas en los servicios prestados por empresas del Estado, todas medidas imprescindibles para  mantenernos.

-¿ De qué manera gravitaría en su funcionamiento?

Lo que se propone es directamente la quita de la subvención para el mantenimiento de las instalaciones, el aumento del caudal bibliográfico, el perfeccionamiento del personal que participa y aporta trabajo voluntario en las bibliotecas populares, la modernización del equipamiento y actualización del procesamiento técnico de nuestras colecciones. 

Apenas permanece el artículo que dice que “los subsidios serán determinados por el Congreso Nacional en su presupuesto”. Y aquí está la trampa más grande, porque se suprime el Fondo Especial para Bibliotecas Populares, gracias al cual, además de las partidas asignadas por el Presupuesto, se destinaba un gravamen realizado sobre los  juegos de azar y concursos deportivos, para beneficios directos a bibliotecas populares y para el Instituto Nacional del Teatro.

Pensemos que el desfinanciamiento de las bibliotecas populares y el posible cierre de muchas de las mismas, significa que se verán vulnerados nuestros derechos a la cultura y a la información, que tenemos como sociedad.

-¿Por qué es importante el rol de las bibliotecas populares? 

Las Bibliotecas Populares somos espacios de vital importancia en nuestras comunidades: abrimos a diario salas de lectura con una colección amplia y diversa, con títulos renovados que, por lo general, cada año renovamos a partir de la compra en la Feria del Libro; ofrecemos el préstamo de esos libros a domicilio, coordinamos talleres culturales, realizamos eventos en conjunto con otros espacios de la cultura, como “Circo en Escena”, murgas de carnaval, elencos de teatro y títeres, radios comunitarias, entre otras actividades.

Estas bibliotecas tenemos nuestro origen en el año 1870, ¡con la Ley 419! y fuimos pensadas, ya en aquel momento, como un entramado entre la sociedad civil y el Estado. Es decir, no somos organismos públicos, y esto es muy importante en nuestra conformación, organización y funcionamiento.

Sí estamos amparadas, la gran mayoría, por un organismo estatal que es CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), ente que nos registra y nos otorga diversos subsidios que utilizamos para sostener algunos gastos corrientes, proyectos culturales, conservación de nuestros patrimonios, etc. De todos modos, y precisamente por no ser organismos públicos, realizamos un gran trabajo de autogestión para poder tener nuestras puertas abiertas.

– ¿Cómo se sostienen? 

– Si bien lo de Conabip implica una gran ayuda, no alcanza con los subsidios de allí o de otros entes estatales provinciales o municipales para sostener las puertas abiertas de nuestras bibliotecas. Esto es posible gracias a la construcción comunitaria, al aporte de las cuotas que hacen las personas socias, al trabajo voluntario de muchas personas, a la Red que se teje entre organizaciones de los barrios y los territorios, a otras Redes que vamos conformando y sosteniendo.

Red de Bibliotecas con Perspectiva de Géneros

Diversas bibliotecas pertenecen al Foro de Bibliotecas Populares y a la Red de Bibliotecas con Perspectiva de Género, ¿cómo vienen articulando para poder hacer frente a esta situación?

Nos vamos conformando en redes de acuerdo a diversos intereses y temáticas. En algunas, nos encontramos entre las mismas “biblios”, y en otras no. Y  a raíz de la preocupación que generan el DNU y la Ley Ómnibus, varias bibliotecas nos acercamos a la asamblea realizada en La Piojera, que luego se denominó “Cordobazo Cultural” y armamos un grupo al que estamos invitando a todas las bibliotecas que quieran sumarse, se llama: “Biblios en el Cordobazo Cultural”. La biblio que quiera puede unirse utilizando un link: https://chat.whatsapp.com/JDjZVjhgFyBFyuqnX3Dlac

Nos hemos reunido para organizar acciones para el Cacerolazo Cultural del miércoles pasado, al que asistimos con carteles, folletos explicativos, “susurradores” para convidar poesías a quienes nos vean manifestar.

*Periodista. Imágenes: Gentileza Biblioteca Popular Julio Cortázar.

www.prensared.org.ar

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