Pablo Waisberg y Felipe Celesia sincronizan como una pareja de dobles de tenis. Golpe a golpe, tecla a tecla, llevan diez años investigando y publicando libros. Llegaron a Córdoba a presentar su cuarto trabajo: “La noche de las corbatas. Cuando la dictadura silenció a los abogados de los trabajadores” y a la que el Cispren adhirió.
Por Tomás Fernández(*)
La dupla de periodistas puso su atención y consagró trabajos tales como sobre la toma del cuartel de La Tablada («La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla argentina», 2013), la vida de Mario Firmenich («Firmenich. La historia jamás contada del jefe montonero», 2010) y la de Rodolfo Ortega Peña («La ley y las armas», biografíade Rodolfo Ortega Peña, 2007). Y la lista de títulos crece: ya trabajan en su quinta investigación. En una visita a Córdoba, realizaron una clínica “Cómo encarar (y terminar) una investigación periodística de largo aliento”, donde expusieron y compartieron parte de su método. La misma fue organizada por la Mutual Conexión, a la que asistieron alrededor de veinticinco periodistas.
Investigar es juntar una pila de información, entrevistar a muchas personas, revisar libros y tramitar gestiones para llegar a personas o documentos que no siempre aportan. Esto se mezcla con sensaciones cruzadas que van desde la ansiedad hasta el desgano, transmitían los periodistas en la charla.
“Los plazos son muy largos y los estímulos muy pocos” dirá Celesia más tarde. “Van a estar solos. A su pareja y familia le va a dejar de interesar lo que hacen”. Implica estar con el tema mucho tiempo y aprender a convivir.
Los autores rompen con la idea “romántica y sufrida” de escribir un libro. “Un proyecto de un libro no puede ser la Coca-Cola en medio de un desierto» –comenta Felipe Celesia–. «No puede llevarte una vida entera porque si no, se vuelve una neurosis difícil de superar”, ironiza.
Facturas y constancia
A propósito de sus investigaciones, los autores comentan que durante el trabajo sobre sobre el copamiento de La Tablada, los autores pasaron ocho meses revisando expedientes judiciales. “Íbamos todos los viernes con una docena de facturas para la secretaria de Tribunales para relevar los 54 cuerpos de la causa. Eso fue oro puro porque eran declaraciones frescas que los protagonistas hicieron los días posteriores, un relato en primera mano de lo que le había pasado” recuerdan. “Mientras leíamos la causa empezamos a salivar como perros” explica Pablo Waisberg, sobre los datos que daban cuenta de la realidad vivida dentro del ataque que reporteaban.
Escribir en dupla
La técnica sobre cómo escribir conjuntamente despierta curiosidad. “Hacemos el truco de que lo escribe una sola persona”, dice Pablo y todos ríen. «Cuando hay mucho material, es fácil la escritura. En ese momento hay que ser como un delfín simpaticón para ir leyendo y saltando dentro del material”, dice Celesia.
Hasta cuándo seguir una investigación, fue la consulta del público asistente. A la consulta, Waisberg responde: “Llega un momento en que cerrás todos los casilleros de cosas que faltan. El libro se completa una vez que está publicado. El mejor editor es el libro en la calle, abre puertas que en la investigación están cerradas”.
El métododo sugerido, es generar información con el trabajo de campo y sistematizar datos para después estructurar el contenido como una serie de TV: mantener la tensión capítulo a capítulo y lograr ritmo para no aburrir. Para los autores, las líneas de tiempo son fundamentales para no perderse en la investigación. Una línea de tiempo es una brújula para el que emprende un trabajo de largo aliento. Al momento de escribir, prueban diversas posibilidades narrativas como arrancar por el final o trazar dos ejes de relato.
Claves que dejo la clínica
1-Perderle miedo al formato libro.
2-Trazar hipótesis de investigación como hacen los científicos.
3-Armar un listado de fuentes a investigar: libros, personas, documentos, causas judiciales, diarios y jerarquizar que sirve de cada uno.
4-Elaborar líneas de tiempo para ordenar secuencias de hechos y diferenciar lo importante de lo secundario. También ayuda en los errores temporales.
5-Ordenar la investigación: digitalizar carpetas depurando contenido para no generar caudal innecesario.
6-Poner atención a quienes fabrican libros: que novedades hay en el mercado editorial, que temas generan interés en el público lector
7-Trabajar con constancia y con ritmo cotidiano para no caer en lagunas improductivas.
(*) Estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
Fotografía: Silvana Santillán Aleón