La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ubicó a la Argentina en el puesto 66 de un total de 180 países. El top 5 del ranking está compuesto por Noruega, Dinamarca, Suecia, Países Bajos y Finlandia.
Según el informe titulado «Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024: los peligros de la industria del engaño», este derrumbe en el ranking se debe al ascenso al poder de ‘‘depredadores autoproclamados de la libertad de prensa y de la pluralidad de medios”, como el presidente Javier Milei. Un ejemplo que destacó la organización de la preocupante situación que atraviesa el país es el cierre de la agencia Télam, la mayor agencia de noticias.
La organización indicó que la alta concentración y la opacidad de la propiedad de los medios, la polarización, la ausencia de políticas públicas para garantizar la pluralidad, así como la precarización del ejercicio del periodismo, constituyen “las principales amenazas a la libertad de prensa en Argentina». Según el informe, ayudado por la difusión de sus partidarios, Milei «alienta las agresiones a periodistas y los ataques para desacreditar a medios y reporteros críticos con su política».
En la región, Chile (puesto 52) y Brasil (82) fueron los mejores clasificados, ya que son países donde se observa una mejora en la situación de la libertad de prensa durante el último año. Sin embargo, el panorama general sigue siendo desalentador, ya que al retroceso de Argentina se le suma el estancamiento en sus lugares o empeoramiento de los peores clasificados, que son Cuba (168), Nicaragua (163) y Venezuela (156), países donde el periodismo “vive sometido a una censura que se apoya en decisiones arbitrarias”, según lo detallado por el texto.
El contexto político, el peor indicador a nivel global
La organización se basa en cinco indicadores para calificar a cada país: contexto político, marco legal, contexto económico, contexto sociocultural y seguridad. Sin embargo, de los cinco, el indicador político es el que más descendió a nivel global en lo que va de 2024, con una caída de 7,6 puntos.
Por ello, RSF advirtió que un número creciente de autoridades políticas fallan en su papel de garantizar un marco ejemplar para el ejercicio del periodismo y para el derecho de la ciudadanía a una información fiable, independiente y plural.